Imanol Alguacil, tras renovar hasta 2025: "La única cláusula ha sido la de mi mujer"
La Real Sociedad confirmó este lunes la renovación de su actual entrenador, Imanol Alguacil, por dos temporadas. Ha conseguido asentar a los suyos en Europa, aunque el devenir de este curso 2022/23 da pie a pensar que puede haber otro paso más. Conseguir el billete para la Champions puede estar más barato que nunca, sobre todo porque el Sevilla pelea ahora por no descender y el Atlético de Madrid ofrece un rendimiento bastante irregular.
El título de Copa del Rey, frente al Athletic Club en la final además, algo que será complicado de ver a corto y medio plazo, también tiene el nombre propio del técnico, que ha instaurado un sello propio a una plantilla muy joven a la que le gusta jugar bien al fútbol. Aunque este último concepto tan abstracto admite mucha discusión, seguramente sean pocos los aficionados al deporte rey que no disfruten viendo jugar al cuadro txuriurdin.
"Aunque no es la primera vez que renuevo, es un día especial y diferente por el momento en el que estamos. Yo soy la cabeza visible en el plano deportivo. Los tres (compareció junto a Olabe, el director deportivo, y Aperribay, el presidente) somos muy parecidos pese a nuestras diferencias. También quiero darle las gracias a la afición y a los medios por el cariño, además, por supuesto, de a la plantilla. Espero que no sea la última vez", explicó, algo emocionado, en rueda de prensa.
"Nos están mirando de otra forma"
Alguacil se mostró muy orgulloso: "El haber sido canterano y el estar tanto en tu ciudad como en tu club, evidentemente, te hace saber cuál es la responsabilidad del cargo, y eso te puede consumir algo más. Desde que me he hecho con el primer equipo, sin embargo, todo ha sido muy sencillo. Me han transmitido mucha tranquilidad y así es mucho más fácil. Hay responsabilidad, sí, pero la justa. Estamos creciendo a todos los niveles, ya es el tercer año consecutivo en Europa. Nos están mirando de otra forma, y eso no lo logra una única persona".
El técnico, según explicó, pasa más de 12 horas a diario en Zubieta. "Que un aficionado te diga 'ojalá no te mueras', eso te llena. Hay otro que se puso a llorar ayer cuando le di las botas de Remiro. Eso vale más que una victoria. Solo tengo palabras de agradecimientos. Seguramente mi familia lo esté sufriendo porque me ven muy poco. La única cláusula que he tenido que pelear ha sido la de mi mujer, que me ha dicho que, por favor, cuando no juguemos entre semana, cuando tengamos descanso, al menos coma en casa", dijo.