Jackson derriba el muro del Almería en el último suspiro y triunfa el Villarreal (2-1)
Con la mirada dirigida hacia la tribuna celestial donde descansa desde hace unos días José Manuel Llaneza, los Jackson, Parejo y compañía celebraron con emoción el triunfo que habían conseguido en el último segundo del partido. Llaneza fue uno de los artífices de la grandeza de este equipo, que nunca se rinde y que incluso con uno menos creyó en la victoria ante un Almería que se quedó a cuadros.
Porque los andaluces, fieles a su plan, habían aguantado casi todo el encuentro con una excelente colocación defensiva, con una zaga a prueba de bombas que sólo fue superada cuando Parejo colocó el balón en la testa de Baena a la salida de un córner.
Pero eso fue ya comenzada la segunda mitad. Antes, a la media hora de juego, habían sido los de Rubi quienes habían perforado la meta de Rulli gracias a su buen hacer en la presión. Anulado Parejo, eran Pau y Albiol los encargados de sacar el balón desde atrás. Son aseados pero no es lo mismo. Y les pillaron. Robertone se hizo con la bola, combinó con Touré y este vio por la izquierda la llegada de Melero. Su disparo cruzado fue directo al corazón de la portería para dedicarle el gol a su bebé recién nacido.
Los de Emery andaban muy tocados. No carburaban, no encontraban cómo acercarse a Pacheco. Sólo en una ocasión al comienzo, un cabezazo de Chukwueze que sacó con el puño abajo el debutante portero puede contarse como gran ocasión de gol. Después, al borde del descanso tuvo que intervenir otra vez en un disparo desde la frontal de Mojica que desvió otra vez con la muñeca estirada a tope.
Parejo activa su guante de seda
El miedo a ganar, que no lo había hecho hasta ahora como visitante, y el deseo de guardar la ventaja, hizo que Rubi no modificase su plan. Defender y buscar el contragolpe. Lo malo de acumular muchos hombres atrás es que entra en juego el balón parado. Y teniendo a Parejo que la pone como los ángeles, en algún momento podía llegar el zarpazo. Fue Baena el que aprovechó su centro para poner las tablas.
Su celebración, enseñando un mensaje con dedicatoria a Llaneza, fue amonestada. Está en la normativa. Ya tenía una amarilla y se fue a la calle. Pero lejos de hundir al Villarreal, de conformarse, siguieron a lo suyo, a tocar, a esperar. A sabiendas de que el más mínimo error les podía costar muy caro.
En el cara o cruz les salió cara. Otra vez Parejo puso el guante de seda que tiene como pie derecho al servicio de su equipo. Jackson corrió a por ese balón al hueco y no le tembló la pierna para batir a Pacheco.
No hubo tiempo para más. Remontada con uno menos y a subir puestos en la tabla mientras el Almería se quedaba planchado, sin puntos y con la sensación de haber perdido una gran oportunidad.
Jugador Flashscore del Villarreal-Almería: Parejo.
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