Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

La odisea de la selección catarí, liderada por un español, hasta su primer Mundial

AFP
Félix Sánchez, al frente el combinado catarí
Félix Sánchez, al frente el combinado cataríKARIM JAAFAR / AFP
"Decir que Catar empezó a jugar al fútbol hace diez años es poco realista": el recorrido de la selección, que el domingo debuta en su primer Mundial, es más antiguo que la competición que se le concedió a finales de 2010.

Así lo han manifestado a la AFP quienes han contribuido a ello, como el uruguayo Jorge Fossati, que fue seleccionador de Catar en dos ocasiones.

El pequeño emirato del Golfo descubrió el fútbol en la década de 1940, cuando los trabajadores extranjeros llegaron a explotar sus recursos petrolíferos. Jugó su primer partido internacional en 1970 y llegó a la final de la Copa Mundial Sub-20 de 1981, donde perdió 4-0 ante Alemania Federal, con un equipo formado por jugadores nacidos de padres cataríes.

Tras la independencia del país en 1971, "el emir quería construir su imagen en torno a un equipo de fútbol sólido", explica Raphaël Le Magoariec, especialista en geopolítica del deporte en los países del Golfo en la Universidad de Tours.

Pero a partir de mediados de los años noventa, "a medida que la sociedad se enriquecía, los jóvenes cataríes ya no se sentían motivados a seguir una carrera deportiva", continúa Le Magoariec. Por ello, Catar comenzó a nacionalizar a los deportistas de las comunidades árabes (sudaneses, egipcios, iraquíes) que viven en Doha.

"Cuando llegué, la selección estaba formada por jugadores de países extranjeros que ya tenían una cultura futbolística, africanos y vecinos de Catar que estaban nacionalizados", confirma el francés Philippe Troussier, que fue nombrado seleccionador en 2004.

"Crear un atractivo deportivo"

"No había muchos recursos humanos (apenas 750.000 habitantes) y el fútbol no era una práctica habitual", por falta de interés pero también de infraestructuras y entrenadores, añade el francés.

Sin embargo, Troussier señala que los dirigentes del país (en particular el futuro emir, el jeque Tamim, y su hermano, el jeque Jassim) "tienen el impulso de crear un atractivo deportivo organizando grandes torneos (empezando por los Juegos Asiáticos de 2006) y dotando al país de infraestructuras".

Catar está contratando a entrenadores y jugadores extranjeros de talla internacional al final de sus carreras para desarrollar sus clubes y su selección nacional.

Tras llegar al emirato en 2006 para entrenar al Al-Sadd, Fossati recuerda que "los jugadores locales no tenían una mentalidad profesional", pero no fue difícil cambiarlos. "Simplemente no eran profesionales porque nadie se lo había pedido", dijo el uruguayo.

En la selección, de la que se hizo cargo en 2007 y 2008, "era lo mismo" pero "tuve la ayuda de los jugadores del Al-Sadd", continúa Fossati. "Ya en 2011 (cuando regresó al banquillo del Al-Sadd), los futbolistas tenían otra mentalidad."

Construcción a largo plazo

En 2004, Catar también fundó la Academia Aspire, encargada de formar a los atletas que lo representarán en el futuro, ya sean nacidos en el país (a menudo de padres extranjeros) o identificados como niños fuera de las fronteras del emirato.

Ese mismo año, el máximo organismo del fútbol mundial, la FIFA, restringió las condiciones de nacionalización de los jugadores, lo que hizo que el proyecto fuera crucial para construir la selección nacional de fútbol, creada según los preceptos de la escuela española.

El actual seleccionador, Félix Sánchez, se instaló en Catar en 2006 y fue el mentor de los futuros grandes nombres del equipo (entre ellos, los delanteros Akram Afif y Almoez Ali).

"Esta estrategia de construcción a largo plazo es totalmente sorprendente en Catar, donde estamos en lo efímero, los cambios de entrenador, etc.", comentó el francés Christian Gourcuff, entrenador del Al-Gharafa (antiguo Al-Ittihad) en 2002-2003 y 2018-2019.

Ascendido en 2013 para dirigir la selección Sub-19, Sánchez la condujo a la victoria en el Campeonato de Asia en 2014. Tras asumir el cargo de entrenador de los 'grandes' en 2017, el técnico español llevó al país a su primer gran título: la Copa de Asia de Naciones de 2019.

El siguiente éxito, para él y la selección que dirige, sería clasificar al anfitrión para los octavos de final del Mundial de 2022.