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La tiradora viral Kim Ye-ji, con el oro en Los Ángeles 2028 como objetivo

AFP
Kim Ye-ji, muy popular en Corea del Sur.
Kim Ye-ji, muy popular en Corea del Sur.JUNG YEON-JE / AFP
Su sangre fría convirtió a esta medallista de plata en los Juegos Olímpicos de París en una estrella de las redes sociales. La surcoreana continúa su carrera deportiva y ya tiene un objetivo en mente.

Kim Ye-ji debe su viralidad a su forma de ejecutar el disparo, con una postura de estatua de mármol, sujetando el arma con una mano y con el pelo recogido bajo una gorra con la visera del revés. Tras unas gafas de montura metálica, sus ojos se mantienen fijos en el objetivo y entonces dispara: récord del mundo, aplausos y una actitud impasible.

Un vídeo de ese disparo, efectuado durante una competición de mayo de 2024, fue compartido entre otros por Elon Musk durante los Juegos Olímpicos, propulsando a la calmada tiradora olímpica al rango de estrella viral.

La surcoreana se fue de la capital francesa con la plata al cuello en la categoría de disparo con pistola de aire comprimido a 10 metros, pero en su infancia nada parecía indicar que este fuera a ser su destino. Tras haber desafiado los gritos de jóvenes fans emocionadas durante una jornada promocional en un campo de tiro de Seúl, la joven de 32 años repasa su carrera para la AFP.

Recuerda el día en el que todo cambió, cuando en la escuela su profesor pidió voluntarios para probar el tiro. Ella no estaba, pero pese a ello fue seleccionada. Tenía entonces 12 años y la pistola era demasiado pesada para ella, pero su destino cambió: "Simplemente lo encontré cool".

"Todo el cuerpo forma parte del arma"

Quedaba convencer a sus escépticos padres: "Durante tres días no comí y lloré suplicando que me autorizasen a hacerlo", dice.

"En mis estudios no tenía un objetivo claro a la vista, pero con el tiro... sabía que tenía que ser la mejor", cuenta la deportista, que consagró desde entonces toda su vida a "un solo objetivo, ganar una medalla".

Un reto cumplido en Francia con una repercusión inimaginable.

Las redes elogian sus nervios de acero y el multimillonario Elon Musk la imagina en una película de acción. Pero Kim, en su burbuja, no tuvo consciencia de todo el ruido. "No me veía entonces como alguien especial y tampoco lo hago hoy", agrega.

Una concentración que, sin embargo, no fue innata: "No era muy buena para concentrarme", afirma, precisando haber tenido que trabajar en su mirada, que debe mantenerse ultraconcentrada para "calmar los nervios".

"De personalidad inquieta", Kim se transforma con la pistola en la mano. "Mi brazo ya no es simplemente mi brazo, forma parte completamente de la pistola", argumenta.

"Cuando sujeto el arma, todo debe estar perfectamente inmóvil. Nada debe moverse: el puño, la mano u otra parte del cuerpo. Todo forma parte del arma", indica con precisión.

De vuelta a su país, se vio sumergida bajo un alud de peticiones de entrevistas, invitaciones para colaborar con marcas como Louis Vuitton e incluso una propuesta para aparecer en una obra de ficción en el rol de asesina a sueldo.

Hasta los 50 años

Pese a una corta hospitalización tras sufrir un desmayo debido a la "fatiga acumulada" después de los Juegos, dice estar "agradecida y feliz" por la atención y ve en ella una manera de exponer al gran público el deporte que ama.

Para mantener los pies en la tierra, puede contar con su familia: "Mi padre me dijo: 'creo que la gente exagera un poco, solo has ganado la medalla de plata'", recuerda entre risas.

Su hija de seis años, cuyo peluche de elefante estaba colgado de su vestimenta olímpica, también le recuerda con malicia que "no ganó el oro".

Ese metal brilla ahora en su punto de mira cuando apunta hacia Los Ángeles 2028. Tendrá entonces 35 años. pero "en tiro, no es tanto una cuestión de edad como de habilidad", opina, expresando su deseo por competir hasta los 50 años.

Desde la viralidad de los vídeos, "la gente se refiere a mí como la 'tiradora Kim Ye-ji' en vez de solo 'Kim Ye-ji'", apunta.

"Quiero seguir trabajando para que la palabra 'tiradora' sea siempre recordada", concluye.