Los Three Lions ingleses destrozan a los Leones de Teranga senegaleses (3-0)
El león es un fiero animal salvaje en la cúspide de los grandes depredadores. Defiende su territorio jugándose la vida con otros semejantes, en luchas encarnizadas por mantener su estatus en la manada.
Inglaterra, los Three Lions, los inventores del fútbol, se enfrentaron en Catar a la osadía de Senegal, los Leones de Teranga, jóvenes pero bien armados, dominadores de África que querían también conquistar el mundo. Tendrán que esperar a otra ocasión porque el experto inglés aún está para seguir dominando sobre el césped, para aguantar y ganar muchas batallas más.
Y que tiemble ahora Francia, gallitos de la competición, los actuales campeones del mundo, que se dieron un festín ante Polonia, pero que en cuartos tendrán delante a los hambrientos británicos. Los Kane, Bellingham, Foden y compañía tienen una misión clara: la de devolver a casa la Copa del Mundo. Y qué mejor que arrebatárselo a los defensores del título.
Sarr y Dia atacaron primero
Para llegar a esa nueva batalla tuvieron que tirar de paciencia, estudiar al enemigo senegalés y esperar el momento oportuno para lanzar la dentellada que les hiriese de veras. Mientras encontraban sus debilidades, dejaron a los africanos acercarse a sus dominios, quizás demasiado. Estos persiguieron de cerca a Rice para que tuvieran que ser Stones y Maguire los que sacaran el balón jugado. No es lo mismo, obviamente. Anulada esa salida limpia, apretaron los dientes con la potencia de Dia, la velocidad de Ndiaye y la calidad de Ismaila Sarr.
Los dos mejores ataques, de hecho, fueron para Senegal. En el primero, aprovechando un error de Maguire, terminaron reclamando penalti por mano de Stones, que existió, pero vino de rebote. A ver si aprenden en España los del VAR. En la segunda oportunidad para hincar el diente a los de Southgate apareció Pickford. God save Pickford podrían haber cantado los supporters, porque realmente el meta, con su muñeca izquierda, les salvó de la deshonra. Ismaila Sarr, qué clase la suya, se inventó un pase que dejó solo a Dia. El disparo del futbolista perteneciente aún al Villarreal lo sacó el meta con esa citada mano milagrosa.
Dos llegadas, dos goles de Inglaterra
Fue suficiente, dijo el Rey León, que preparó entonces su mortífero ataque. Se asociaron en el último tercio Foden, Kane y Bellingham con unos movimientos precisos, con unos toques sutiles de balón, para terminar esperando a un Henderson que llegó lanzado dispuesto a morder en la mandíbula de Mendy. Lo consiguió. Un disparo, un gol.
38 minutos habían resistido los de Cissé. Y se terminaron desangrando cuando iniciaban la retirada a vestuarios para tomar aliento y planear una nueva estrategia. Unos segundos más allá de lo que el árbitro había añadido, lo que originó protestas del malherido, llegó el segundo ataque casi mortal con una contra conducida por Foden y rematada por Kane. Por fin el león capitán se estrenó en el Mundial.
Y el tercero de los Three Lions, definitivo
Fue un golpe definitivo, una estocada en pleno corazón senegalés del que ya no pudieron recuperarse. Lejos de tener piedad, Inglaterra siguió a lo suyo, a no dejar duda alguna de quién era el dominador. Y por eso se lanzaron de nuevo a hacer daño, olieron sangre. Foden fue el que lo planeó desde la izquierda y Saka quien ejecutó el plan a la perfección.
Ya con ese 3-0 en contra, los senegaleses hincaron la rodilla, reconocieron la superioridad del contrincante y, aunque no se dejaron ir, al contrario, lucharon hasta el último aliento, ya sabían que no podrían ganar. El orgullo es innegociable. Pero también innegociable fue la victoria de Inglaterra, que sólo necesitó cuatro disparos, pero qué disparos, para marcar tres goles y seguir vivos en el Mundial.
Jugador Flashscore del partido: Jude Bellingham (19).
Todas los detalles y estadísticas, aquí: Inglaterra-Senegal.