Marcelinho Huertas recibe su trofeo como Mejor Jugador Latinoamericano de la ACB
De manos de Rosario Prieto, delegada de la Agencia EFE en Tenerife, el director de juego brasileño ha recibido un galardón que ya luce en su palmarés por partida triple, ya que además de éste de la campaña 2021-22, Huertas también lo ganó en la 2019-20 y en la 2020-21.
La acb, junto con la Agencia EFE, líder en América Latina, entrega este premio oficial para distinguir al mejor de los jugadores latinoamericanos que participan en la Liga Endesa.
Jornada a jornada, un jurado formado por periodistas, jugadores y/o entrenadores del baloncesto latinoamericano vota las tres mejores actuaciones individuales con 3, 2 y 1 punto. De esta forma, se elabora un ranking semanal que se va acumulando en la clasificación global.
Y de esta manera, Marcelinho Huertas lo conquistó de forma matemática la pasada temporada, cuando todavía restaban cuatro jornadas para su conclusión.
Así conquistó su cuarto galardón
Con 139 puntos finalizó el de Sao Paulo la temporada, superando por 24 a Ángel Delgado, segundo clasificado (115) y por 55 a Nicolás Laprovittola (84), tercero y hasta ahora el único jugador que se ha atrevido a cuestionar el reinado de Huertas, tras lograr el trofeo en su primera edición (2018-19).
Pero su inicio de temporada, en lo que a esta clasificación respecta, no fue tan brillante. Antes de la Jornada 8, momento en el que Marcelinho Huertas logró su primera nominación a Mejor Latinoamericano de la campaña, el brasileño ocupaba la 5ª plaza en el ranking con solo 14 puntos, a 25 de su compañero Bruno Fitipaldo.
El momento en el que forjó su éxito final fue en el arranque de la segunda vuelta, encadenando las nominaciones a Mejor Latinoamericano en las Jornadas 18, 21, 22, 23 y 25, para dejar casi sentenciada la clasificación general.
Así, a falta de cuatro jornadas para la conclusión, ya sumaba 135 puntos, sacando 57 de ventaja a sus dos perseguidores más próximos, Bruno Fitipaldo y Ángel Delgado (78), que como mucho podían sumar 48 puntos en los cuatro encuentros restantes, por lo que tras la Jornada 30 su victoria ya era matemática.