Mohamed Katir (24) vivó un día histórico este miércoles en el Meeting Internacional de Liévin (Francia) porque firmó una carrera espectacular que le valió para escribir su nombre en la historia del atletismo europeo. Sin embargo, pese a su sobresaliente actuación, tuvo que conformarse con la plata e incluso quedó a unos cinco segundos del etíope, a un nivel estelar.
Ese registro de 7:28.64 tiene un mayor peso si tenemos en cuenta que supone un doble récord (nacional y europeo), pero lo más sorprendente es haberlo mejorado en seis segundos. Si bien en una distancia de fondo puede ser una rebaja pequeña incluso a nivel de élite (especialmente en maratón), en una distancia como los 3.000 metros es un margen muy amplio.
Katir ocupa ahora el trono de Mechaal, quien compitió en la prueba de 1.500 metros y acabó en tercera posición (3:36.55). Poco pudo hacer para frenar a Jakob Ingebrigtsen, quien llegaba a territorio galo con algunas dudas y las disipó desde primer ahora. El noruego corrió en solitario y no tuvo rival para llegar a meta en 3:32.58. Un día normal para un deportista con una larga trayectoria por delante (tiene 22 años).