Munar y Carballés salvan una jornada con derrotas de Badosa, Bautista, Verdasco y Davidovich
El sol brilla en Buenos Aires para los españoles
La tierra batida, como ha sido tradición para el tenis patrio, fue lo único que dio alegrías a nuestros jugadores este martes. Jaume Munar, que no ganaba un partido desde el pasado 22 de octubre, pasó a octavos del ATP 250 de Buenos Aires al derrotar a Guido Pella por 6-4 y 7-5 tras poco más de dos horas de un encuentro en el que el balear fue de menos a más. En la siguiente ronda se enfrentará al también argentino Francisco Cerúndolo.
No fue el único español que se llevó una alegría de la capital argentina, puesto que Roberto Carballés, aunque fuera a costa de su compatriota Albert Ramos, se llevó el duelo por 7-5 y 6-4 en dos horas y 17 minutos de partido. El tinerfeno estuvo muy agresivo con su servicio y conectó 11 saques directos (aunque también hizo cinco dobles faltas), lo que hizo que Ramos solo pudiera convertir una de las nueve bolas de break de las que dispuso. En octavos se las verá con el argentino Tomás Martín Etcheverry en un torneo en el que volverá a las pistas Carlos Alcaraz en la madrugada del miércoles al jueves.
Verdasco sigue lejos del que fue
Fernando Verdasco, que ya ha caído hasta el puesto 133 de la clasificación mundial, volvió a caer a las primeras de cambio en un torneo. En esta ocasión fue en el ATP 250 de Delray Beach, donde no pudo en la pista rápida estadounidense contra Radu Albot, que se impuso en un igualado partido por 7-6 (3) y 7-6 (1) tras dos horas y seis minutos de dura lucha.
El madrileño tuvo un break a su favor en cada uno de los dos sets que disputó y llegó a sacar para ganar el primero, pero no supo aprovechar su ventaja y acabó sucumbiendo en las muertes súbitas lastrado por sus 32 errores no forzados (ocho de ellos dobles faltas), por solo 11 de su rival.
Badosa reaparece con derrota
Hacía un mes que Paula Badosa no competía desde que se lesionó en Adelaida, pero no pudo volver al circuito a lo grande y perdió contra Beatriz Haddad Maia, a la que había vencido en la gira australiana, por 7-6 (6) y 6-3 en dos horas y seis minutos. La catalana peleó y le rompió en dos ocasiones el saque a la brasileña cuando esta servía para ganar el primer parcial hasta forzar el tie-break donde incluso llegó a tener una bola de set, pero no tuvo la sangre fría necesaria y acabó cediendo. En el segundo la sudamericana dio un paso al frente, fue mejor y lo tuvo más sencillo para avanzar en el WTA 500 de Doha.
Róterdam, territorio hostil para los españoles
Puede que ya no quede ninguno de los tres tenistas españoles que competían esta semana en el ATP 500 de Róterdam, pero al menos les queda el consuelo de haber luchado hasta el final dando espectáculo a los aficionados. Si el lunes fue Pablo Carreño el que no pudo contra Richard Gasquet, el martes fueron Roberto Bautista y Alejandro Davidovich los que plantaron cara sin éxito a la élite del tenis mundial.
Bautista, en un agónico encuentro que se alargó hasta las tres horas y cuatro minutos de duración, tuvo en su mano batir al cañonero Hubert Hurkacz, pero no lo logró y el polaco se impuso por 7-5, 6-7 (7) y 7-6 (4). Tras remontar un set en contra, tres bolas de partido en el tie-break del segundo para forzar la manga definitiva y recuperar una rotura en contra en esta, el castellonense se ahogó en la orilla y no pudo hacer nada ante los 26 aces del número 10 del mundo, que se llevó el juego de desempate para avanzar en la pista dura bajo techo neerlandesa.
Por su parte, Davidovich sufrió las iras del exnúmero uno mundial Daniil Medvedev, que le dio la vuelta a un marcador adverso para imponerse por 4-6, 6-2 y 6-2 en poco menos de dos horas, muestra del juego ofensivo de ambos. El malagueño se llevó un disputado primer set, pero el ruso respondió llevándose el segundo de forma sencilla. En el parcial definitivo el español perdió todos sus saques así que, pese a que le arrebató dos a su rival, nada pudo hacer víctima de sus 39 errores no forzados a lo largo del choque.