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Opinión: Didier, ¡qué bueno que perdiste! El fútbol ganó con tu derrota

Miguel Baeza
Deschamps se quita la medalla de subcampeón de Catar 2022.
Deschamps se quita la medalla de subcampeón de Catar 2022.AFP
En la memoria quedará que Didier Deschamps (54) hizo unos cambios, que funcionaron, durante la final del Mundial y casi gana. Sin embargo, su exceso de ego llevó a la última falta de respeto del técnico galo con dos hombres importantísimos en el camino al partido por el título, Ousmane Dembélé y Olivier Giroud.

Todo en el partido de Deschamps fue un despropósito. Su soberbia le hizo pensar que se podía jugar igual contra una bicampeona del mundo, ya tricampeona, que contra una Marruecos meritoria, pero fuera de lugar en las semifinales de una Copa del Mundo.

El entrenador francés siempre pecó de sobrado, y contar con un Mbappé (23) descomunal no ha hecho más que alimentar su locura. Se plantó en su segunda final consecutiva faltando al respeto al propio fútbol, creyendo que los partidos los gana el entrenador y no los jugadores, que Francia los tiene muy buenos como para regalar el balón, por cierto.

Todo lo contrario hizo Scaloni (44), depositó toda su confianza en el talento puro y duro, en el don de Messi (35). La jugada le salió tan bien que antes del descanso ya tenían la tercera estrella cosida al pecho. Todo lo demás fue un espejismo.

No contento con haberse cargado las opciones de Francia, Didier decidió acabar con la cohesión de un grupo inestable de por sí. Ejecutó la segunda falta de respeto en medio de la noche catarí: sacó del campo en el minuto 41 a Olivier Giroud (36) y Ousmane Dembélé (25).

Si bien es cierto que el jugador del FC Barcelona mereció ser sustituido, se pudo esperar al intermedio. Hay ciertos códigos que no se pueden vulnerar. Deschamps volvió a pensar que el Mundial era suyo y no de sus hombres. “Movimiento soberbio del entrenador”, debieron aplaudir los eruditos sin criterio.

Mbappé celebra un gol durante el Mundial de Catar 2022
Mbappé celebra un gol durante el Mundial de Catar 2022AFP

Mbappé descargó su culpa

Disponer de Mbappé es una bendición para cualquiera, pero mucho más para alguien como el preparador francés. El rácano planteamiento del técnico privó al ’10’ de contar con ocasiones hasta el minuto 80’. A partir de ahí, el del Paris Saint-Germain desató toda su fuerza y nos regaló una de las mejores actuaciones individuales de la historia de los Mundiales.

Cuarenta minutos de ensueño que casi salvan a Didier. Básicamente fue como pecar toda la semana e ir a la Iglesia el domingo para ser salvado sin consecuencias. Un auténtico oportunista. En 1998 se aprovechó de la magia de Zidane y ahora absorbe la de la estrella del PSG.

Por suerte, el deporte rey suele poner a cada uno en su sitio y así sucedió en el desenlace de la cita. Cada pieza del puzle encajó a la perfección en el lugar que le correspondía. Argentina venció, Kylian marcó su penalti, Deschamps perdió y el fútbol ganó.

Sospechoso habitual

Debió sorprender a muy pocos que el seleccionador francés antepusiese sus intereses a los del equipo. Lo ha hecho desde el primer día de concentración. Decidió faltar al respeto a toda una leyenda como Karim Benzema (34). No le dio la oportunidad de mantenerse en la concentración para tratar de llegar a tiempo de ayudar a su país en los momentos importantes.

Karim Benzema con su Balón de Oro
Karim Benzema con su Balón de OroAFP

Una decisión que, a la postre, le perjudicó en una final en la que se quedó sin recursos. El Balón de Oro en casa mientras dependían de la fuerza bruta para remontar. No contó con que la suerte se acaba, incluso para los que más tienen.

Didier, ¡qué bueno que perdiste! Ahora Francia espera a Zidane y, con él, el fútbol francés volverá a ganar. Seguro que le saca todo el jugo a una generación prometedora que tiene capacidad para ganar todo lo que quiera y más.