En el verano de 2021 y después de fracasar la negociación para lograr una salida pactada del club, el Barcelona decidió despedir al futbolista brasileño Matheus Fernandes. La consecuencia ahora es que la entidad azulgrana deberá pagarle un total de 8,5 millones de euros. Ahí es nada.
Al menos, valga como consuelo, se ahorrará los 5 millones que el jugador reclamaba por daños morales y por ensuciar su imagen.
Matheus, por el que el Barça pagó al Palmeiras 8,6 millones de euros en enero de 2020, sólo ha jugado vestido de azulgrana 17 minutos. Fue en un encuentro ante el Dinamo de Kiev en Champions la siguiente temporada, pues nada más aterrizar en España fue cedido al Valladolid.
Una vez finalizada esa campaña, el club consideró que no tenía nivel para jugar en el primer equipo blaugrana e intentó rescindir el contrato que le vinculaba hasta junio de 2025. No hubo acuerdo y finalmente el club lo despidió unilateralmente esgrimiendo razones disciplinarias y bajo rendimiento.
Ahora, los juzgados han dado la razón al jugador brasileño después de que la justificación dada por el Barcelona de "bajo rendimiento" no haya sido tenida en cuenta por carecer de un "elemento de comparación" objetivo, según reza en el fallo judicial.
Un argumento que no han podido rebatir en el Barcelona, que ha perdido el juicio y ha sido condenado a indemnizar a Matheus, quien ahora juega en el Bragantino de su país cedido por el Palmeiras, adonde regresó tras su despido.
Nunca 17 minutos costaron tan caros. Entre fichaje, salario e indemnización, la cantidad es de casi 20 millones de euros.