Los Philadelphia Eagles se quedan como el único equipo invicto de la NFL
La ciudad de Philadelphia está disfrutando de lo lindo con su equipo de fútbol americano. No es para menos, los Eagles no encadenaban cuatro triunfos al hilo en el arranque de la liga desde el año 2004. Entonces cerraron la temporada con 13 victorias y tres derrotas que les valieron para llegar a la Super Bowl XXXIX. Desafortunadamente cayeron en el encuentro final (21-24) ante los todopoderosos Patriots de Tom Brady (45), que sumaron su tercer anillo en cuatro años.
Sorprendentemente, el magnífico récord obtenido por Philadelphia en aquella campaña, apenas les bastó para ser el tercer mejor equipo de la Liga Regular. El propio equipo de Bill Belichick (70), con 14 triunfos y dos tropiezos, y los Pittsburgh Steelers, con un estratosférico 15-1, superaron en la clasificación a aquél conjunto dirigido por Andy Reid (64).
Ahora, 18 años después, la franquicia ha cambiado. Se encuentran en un proceso de reconstrucción que parece haber encontrado el buen camino definitivamente. Desde que ganaron la Super Bowl en 2018, los resultados fueron cayendo en picado. Tanto es así, que en toda la temporada 2020/21 solo consiguieron ganar cuatro partidos, los mismos que suman en la Semana 4 de la 2022/23. Tampoco fue excelsa la 2021/22, aunque ya empezaron a ver los primeros rayos de luz con un balance positivo de nueve ganados, ocho perdidos, y aparición en la primera ronda de los Playoffs.
Un equipo muy equilibrado
La clave del buen momento de los Philadelphia Eagles está en contar con un equipo realmente fuerte en todas las líneas. La defensiva se encarga de reducir al mínimo exponente al ataque rival en cada partido y la ofensiva está protegiendo muy bien a Jalen Hurts (24) para que pueda dirigir las jugadas a gusto. Eso se traduce en que apenas reciben 17,75 puntos por partido, mientras que anotan una media de 28,75.
Si alguien está marcando la diferencia, ese es su quarterback. El jugador natural de Houston está lanzando más y mejor que en ninguna de sus anteriores temporadas en la NFL. Su media de yardas ha subido casi en dos para alcanzar las 9,1 por lanzamiento y el rating de pase lo ha incrementado en más de 12 puntos para colocarlo a la altura de la élite con 99,6.