Fox se hace con el oro en kayak, amarga jornada para Chourraut y Sátila
Fox, que en Tokio 2020 se hizo con el oro en C1 y con el bronce en K1, arrasó a la competencia en el estadio naútico de Vaires-sur-Marne, con un ejercicio preciso y a toda velocidad que despejó cualquier duda que hubiera dejado su modesto octavo tiempo en la semifinal.
La polaca Klaudia Zwolinska, plata, y la británica Kimberley Woods, bronce, completaron el podio, mientras que la campeona olímpica en Tokio, la alemana Ricarda Funk, se saltó la vigésima puerta cuando parecía estar a punto de hacerse con el oro, y quedó relegada finalmente a la 11ª posición.
También estuvo en la lucha por las medallas la brasileña Ana Sátila gracias a su gran crono, pero finalmente terminó en 4ª posición, a más de un segundo de Woods.
Esta es la quinta medalla para Fox en sus cuartos Juegos Olímpicos. La australiana de 30 años se inició en Londres 2012 con plata en K1, fue bronce en la misma categoría en Río 2016, por detrás de Chourraut, y repitió bronce en Tokio.
Fox, a por las tres medallas
La polivalente palista, que acumula hasta 10 títulos mundiales individuales en las diferentes categorías del canotaje en eslalon, podría completar unos Juegos Olímpicos históricos todavía en canoa (C1) y kayacrós (KX1).
Esta modalidad, novedad en los Juegos de París 2024, podrían servir de consuelo a Chourraut, que vivió una jornada aciaga bajo el intenso sol del domingo.
La veterana palista española de 41 años, quedó pronto fuera de la lucha por preseas al saltarse la segunda puerta en su descenso y terminó en la última posición de las 12 clasificadas a la final.
"La tenía atravesada (la puerta 2), me cuesta muchísimo hacer esa puerta, no sé por qué", declaró a los micrófonos de Radio Nacional de España (RNE).
Medallista de bronce en Londres 2012, de oro en Río-2016 y plata en Tokio en 2021, Chourraut sufrió a lo largo del domingo. Ya en las semifinales, un mal inicio con penalización por tocar esa segunda puerta le supuso un hándicap del que se recuperó más tarde, pese a complicaciones en la recta final.
Todos esos segundos perdidos hicieron que Chourraut entrase justa en la final, en la que volvió a tener un recorrido complicado, que pese a todo no le quitó la alegría.
"Es un lujo estar aquí en París con esta afición, poder estar en esta final. La pena es no haber podido responder con una bajada de más calidad", confesó sobre los que serán sus últimos Juegos Olímpicos.