No pudo empezar peor la noche el conjunto merengue. En el minuto 18 ya perdía 2-0 con goles de Gvardiol y Nkunku (24). El partido era un diluvio de ocasiones del RB Leipzig y los españoles no abrieron el paraguas a tiempo. Suele pasarle al Madrid que en partidos como este baja la concentración y necesitó esos dos avisos iniciales para volver a ponerse alerta.
A partir de ese momento los locales vieron cómo su rival se estiraba y ellos tenían la obligación de retrasar su posición. Así llegaron dos buenas ocasiones con acento brasileño, primero de Rodrygo (21) y más tarde de Vini Jr. (22), que tuvo que atajar brillantemente Janis Blaswich (31).
Con el campeón de Europa subiendo el ritmo, al RB Leipzig comenzaron a temblarle las piernas. La fama precede al Real Madrid y muy pocos son capaces de mantenerse firmes cuando llega en tromba. En esa tesitura llegó el 1-2 al filo del descanso. Asensio (26) se internó por banda derecha y con la misma diestra le puso un centro medido a Vinícius, que acertó de cabeza, una suerte nada habitual en él.
Tercera diana en Champions para el brasileño, la octava en el total de la temporada. Empieza a dar síntomas de jugador total. Contra el Sevilla asistió y en Alemania convirtió. No está mal para un velocista.
Espoleados por el buen final del primer acto, los blancos reanudaron las hostilidades subiendo mucho la presión. Sin embargo, esta vez los germanos supieron sacudirse el acoso manteniendo la posesión y avanzando con cautela. La situación iba contra los intereses madridistas, que veían escapar la posibilidad de cerrar el primer puesto del grupo el la penúltima jornada de competición.
Entretanto, Hazard (31) observaba los hechos desde la zona de calentamiento. Una pena en lo que ha quedado un jugador de la categoría del belga. Totalmente fuera de los planes de ‘Carletto’, incapaz de ayudar a su equipo en momentos límite como el que se estaba dando. Mientras la pólvora merengue estaba mojada, desde el banquillo local saltaban al campo Dani Olmo (24) y Timo Werner (26) para aportar más artillería al ataque del Leipzig.
Con el paso de los minutos la figura de Gvardiol fue creciendo por encima del resto. Secó el solito a la delantera del Real Madrid, reafirmando las esperanzas que Luka Modrić (37) tiene puestas en él como futuro estandarte del fútbol croata -le votó segundo por detrás de Camavinga (19) en el Trofeo Kopa-. Pocos jugadores son capaces de superar constantemente a Vini Jr. como lo hizo él.
Los visitantes se volcaron con todo en campo contrario y eso lo aprovecharon los alemanes para sentenciar con el 3-1 de Werner. Con el tiempo ya cumplido, Rodrygo maquilló el marcador anotando el definitivo 3-2 desde los 11 metros. Finalmente la falta de concentración llevó a los de Ancelotti a caer. Un equipo inoperante con tantas rotaciones en el que solo se salvó Vinícius.
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