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Real Madrid-Barcelona: Las estrellas que jugaron en ambos lados de la rivalidad

David Pávek
Real Madrid-Barcelona: Las estrellas que jugaron en ambos lados de la rivalidad
Real Madrid-Barcelona: Las estrellas que jugaron en ambos lados de la rivalidadProfimedia
El domingo por la tarde, una de las más fieras y prominentes rivalidades en el mundo del fútbol se iniciará una vez más. Antes de que Real Madrid y Barcelona comiencen su batalla, echemos una mirada a aquellos jugadores que han estado en ambos lados de El Clásico.

Julen Lopetegui

El que fuera entrenador del Sevilla, de 56 años, llevó a este equipo a la victoria en la Europa Liga, aunque últimamente ha sido más noticia por su destitución. Cuando se anunció en 2018 que dejaría la selecció española tras el Mundial para irse al Real Madrid, la RFEF lo tomó como una ofensa y lo destituyó justo antes del torneo. 

Más recientemente, se le abrió la puerta del Sevilla sólo hora y media después de perder su partido de Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund. 

Antes de su carrera como entrenador, él fue portero. Después de pasar tres años en el Castilla, hizo su primera y única aparición en el primer equipo en un empate a 3 contra el Atlético de Madrid. Después de una cesión a Las Palmas y una etapa en el Logroñés donde por fin consiguió la titularidad, fue vendido al Barcelona como sustituto de Andoni Zubizarreta.

Sin embargo, perdió la lucha por quedarse con su sitio en beneficio de Carles Busquets, el padre de Sergio, y sólo jugó cinco veces con los catalanes. Cuando el Barça compró a Vitor Baia, Lopetegui se convirtió en el tercer portero antes de volver a Madrid, esta vez al Rayo Vallecano. Allí pasó los últimos cinco años de su carrera antes de retirarse a los 36 años. 

 

Robert Prosinecki

Prosinecki fue uno de los centrocampistas básicos de la brillante generación de Croacia que finalizó tercera en el Mundial de 1998. Era un maestro en el mediocampo sobre el césped y un fumador empedernido fuera de él. Peter Crouch, su compañero en el Porstmouth, recordó que la única vez que el croata no estaba fumando Marlboro era cuando estaba jugando un partido. 

Su talento llamó la atención tanto del Real como del Barcelona. Fue vendido al Real Madrid en 1991 después de ayudar al Estrella Roja de Belgrado a ganar la Copa de Europa. Marcó su primer gol para el Madrid de tiro libre en El Clásico, pero las lesiones y la inconsistencia marcaron su paso por el Santiago Bernabeu. 

Después de una exitosa cesión a Oviedo, estuvo a punto de seguir al ex entrenador del Real Madrid, Radomir Antic, al otro rival, el Atlético, pero el Barcelona fastidió el trato y se llevó a Prosinecki al Camp Nou como agente libre. Las lesiones musculares le impidieron destacar también allí y tras una temporada y media fichó por el Sevilla.

Después de dejar España, jugó para algunos equipos de su país natal así como para el Standard de Lieja en Bélgica y el Portsmouth en Inglaterra. 

Gheorghe Hagi

Quizás el mejor y más adorado jugador de Rumanía, amado también por los fanáticos del Galatasaray en Turquía, ahora entrena en su país de origen. Fundó y dirigió Viitorul Constanta, un club que recientemente se fusionó con el Farul Constanta, del cual Hagi es el entrenador ahora.

El centrocampista ofensivo pasó dos temporadas con cada uno de los dos clubes más grandes de España. El Real Madrid pagó en pesetas el equivalente a 3,7 millones de euros al Steaua Bucurest para fichar a Hagi después de que fuera la estrella de Rumanía en el Mundial de 1990.

Inmediatamente, ganó la Supercopa de España y anotó algunos hermosos goles para los blancos en su período de dos años, incluido un globo de 35 metros contra Osasuna, pero finalmente no estuvo a la altura de las expectativas y fue vendido a Brescia. Con él como estrella principal, el equipo italiano descendió a la Serie B antes de volver a ascender. Después de protagonizar otra gran Copa del Mundo, esta vez en 1994, LaLiga volvió a llamarle, esta vez fue el Barcelona quien atrajo a Hagi.

Ganó otra Supercopa con el Barça, pero no pudo convencer a Johan Cruyff, quien prefirió a Romario y Hristo Stoichkov sobre él. Hagi se mudó a Turquía para jugar en el Galatasaray, donde disfrutó de los mejores años de su carrera después de cumplir 30 años, incluso ganó la Liga, la Copa, la Copa de la UEFA y la Supercopa de la UEFA en 2000 a la edad de 35 años. Mientras que sus años en el Real Madrid o el Barça no fueron tan buenos como esperaba, en Estambul, realmente se convirtió en El Rey. 

 

Javier Saviola

El diminuto ex delantero, que tiene el honor de ser el jugador más joven en la lista de Pelé de 2004 de los 125 mejores futbolistas de la historia, comenzó y terminó su carrera con River Plate en su país de origen, Argentina. Es un héroe de culto en el Benfica y tuvo grandes años con el Olympiacos o el Mónaco, pero es más recordado por su paso por España, donde ahora forma parte del cuerpo técnico del equipo sub-19 del Barcelona.

El de Buenos Aires se mudó a Barcelona desde River Plate en 2001 y anotó 17 goles en su primera temporada. Sin embargo, ese fue su mejor año en el Camp Nou: entre 2004 y 2006, sin sitio en el equipo, fue cedido al Mónaco y luego al Sevilla. Después de su última temporada, en la que marcó cinco goles, en su mayoría sustituyendo a un lesionado Samuel Eto'o (más sobre él más adelante), su contrato finalizó y tomó la controvertida decisión de fichar por el Real Madrid como agente libre.

Jugó solo 17 partidos de liga en las dos temporadas en el Santiago Bernabeu sin poder gozar de minutos con la competencia de Raúl González, Ruud van Nistelrooy, Gonzalo Higuaín o Klaas-Jan Huntelaar. Disfrutó del éxito en sus tres temporadas con el Benfica, jugó en el Málaga de Champions y se retiró como jugador de River Plate en 2015.

 

Samuel Eto'o

Antes de ganar el triplete con el Inter y convertirse en un delantero trotamundos jugando en Inglaterra, Italia, Rusia, Turquía y Qatar, el actual presidente de la Asociación de Fútbol de Camerún fue una superestrella en el Barcelona junto a un joven Lionel Messi y un mago llamado Ronaldinho.

Seguramente lo recuerdas jugando con la azulgrana, pero ¿recuerdas que en realidad fueron los grandes rivales del Barcelona los que trajeron al delantero a España?

Eto'o se unió a la cantera del Real a la edad de 16 años, pero jugó principalmente en las categorías inferiores, siendo enviado a tres préstamos diferentes. Impresionó más en el último con el Mallorca y se incorporó definitivamente al equipo balear en 2000.

Cuatro años y 54 goles en liga más tarde, dejó el Mallorca como el mejor goleador de su historia en la liga nacional y se unió a un Barcelona inmensamente talentoso.

Junto a Messi y Ronaldinho ganó ocho trofeos (incluidos dos por ganar la Liga de Campeones y anotó 130 goles en 199 apariciones en total. Los fanáticos del Madrid puede que todavía tengan cierto enojo porque el club dejó ir al prolífico delantero muy pronto.

Luis Enrique

Al igual que Eto'o, el actual entrenador de la selección española es más recordado por su paso por el Barcelona, ​​ya sea como jugador o como entrenador. Pero es fácil olvidar que también jugó en la Real, y no fue solo una breve aparición.

Después de impresionar en Gijón, Luis Enrique fue traspasado al Real Madrid en 1991 y pasó cinco temporadas allí, anotando 18 goles en 213 partidos. A pesar de una larga etapa en el Santiago Bernabeu, el polivalente centrocampista no estaba muy contento allí y dejó que se acabara su contrato en 1996, diciendo que "rara vez se sentía apreciado por la afición y no tenía buenos recuerdos allí".

Como si eso no enojara lo suficiente a los seguidores del Real, más tarde, libre de ataduras, firmó un contrato con el Barcelona, ​​los feroces rivales contra los que había anotado en la victoria por 5-0 apenas un año antes. La afición azulgrana no le recibió precisamente con los brazos abiertos, como pocas veces ocurre con un jugador que se cambia directamente de la Real, pero consiguió ganárselos con bastante rapidez.

Acabó quedándose ocho años, ganando dos veces LaLiga e incluso capitaneando al equipo antes de retirarse tras una última temporada plagada de lesiones. Más tarde regresó a Barcelona como entrenador, llevándolos a nueve trofeos, incluida la Liga de Campeones 2014/15.

 

Michael Laudrup

El ex entrenador de Brondby y Swansea es uno de los mejores jugadores de Dinamarca y disfrutó de un gran éxito con algunos de los equipos europeos más importantes. Se unió al Barcelona en 1989 procedente de la Juventus y se convirtió en parte integral del "Dream Team", dirigido por el único e inigualable Johan Cruyff.

Aquel equipo  también contaba con jugadores de la talla de Ronald Koeman, Pep Guardiola, Jose Mari Bakero o Hristo Stoichkov, que anotaron muchos goles a pases de Laudrup. Ganó LaLiga cuatro veces seguidas entre 1991 y 1994 y también se llevó a casa la Copa de Europa en 1992.

Cuando el Barcelona fichó a otra estrella extranjera, Romário, los jugadores sin pasaporte español tuvieron que rotar en el equipo y Laudrup acabó quedando fuera. Tanto los aficionados como los compañeros de equipo le rogaron que se quedara, pero decidió que su tiempo en el Camp Nou había terminado y se unió a su archirrival Real Madrid en un movimiento controvertido que muchos creen que fue una venganza contra Cruyff, con quien tuvo una pelea.

Solo estuvo dos años en el Bernabeu, pero ganó la Liga una vez más (convirtiéndose en el único jugador en ganar LaLiga cinco veces seguidas para dos clubes diferentes) e incluso fue votado como su 12º mejor jugador en una encuesta de 2002 realizada por Marca. .

Dejó un legado más que impresionante en los dos clubes más grandes de España antes de irse al Vissel Kobe japonés en 1996 y finalmente terminar su carrera en el Ajax.

 

Luis Figo

Uno de los mejores extremos de todos los tiempos, un ganador nato, Luis Figo también se convirtió en la pieza central de una de las transferencias más controvertidas en la historia del fútbol. Recientemente obtuvo su propio documental de Netflix.

Después de impresionar con el Sporting de Lisboa y casi mudarse a Italia para jugar en la Juventus o el Parma, el portugués fichó por el Barcelona en 1995. Allí estuvo cinco años, ganó dos veces LaLiga y se convirtió en el favorito de la afición... para poco después transformarse en el mayor villano a los ojos de los aficionados del Barça.

A pesar de desmentir constantemente los rumores, fichó por el Real Madrid en el año 2000 en una gran operación valorada en más de 60 millones de euros: ese año aceptó un Balón de Oro como jugador del Real, aunque se lo otorgaron por sus éxitos con el Barça. 

Se convirtió en la cara de la rivalidad, abucheado por la afición azulgrana cada vez que tocaba el balón en El Clásico, y siendo el blanco de todo lo que le pueden echar. ¿Recuerdas la cabeza de cochinillo, verdad?

"Luis no se lo merecía. Lo había dado todo por el Barcelona. Se armó antes del partido: 'Viene un traidor', decían los medios. No, viene Luis Figo, uno de los grandes para ti. Esa noche le dolió, se podía ver. Tenía la cabeza gacha y pensaba: 'joder, estuve aquí la temporada pasada...'. Pero mi emoción duradera fue de admiración: tienes cojones", recordó su compañero Iván Campo en 'Miedo y asco en LaLiga', el libro de Sid Lowe sobre la rivalidad Real-Barcelona.

Figo pasó cinco años en el Santiago Bernabeu, ganó dos títulos de liga y una vez la Liga de Campeones antes de mudarse al Inter de Milán y ganar cuatro títulos más.

Ronaldo

Debes ser un jugador muy especial si lograste jugar para el Barcelona y el Real, y aun así ser querido por los aficionados de ambos. Bueno, Ronaldo fue así de especial: ¿quién no adoraba a O Fenomeno, que destrozó las defensas con una sola rodilla sana?

El brasileño que ahora es dueño del Real Valladolid, fue transferido al Barcelona desde el PSV Eindhoven en 1996 en un acuerdo que batió récords. A pesar de las afirmaciones de que firmó un contrato de ocho años, pasó una sola temporada en el Camp Nou y anotó 47 goles en 49 apariciones, muchos de ellos en un arco abierto después de regatear a un portero desesperado.

Después de un año, se fue al Inter (en otra transferencia de récord mundial), donde ganó su primer Balón de Oro, pero también comenzó a tener problemas de lesiones. Se unió al Real en 2002 como el último de los famosos Galácticos, jugando junto a Zidane, Beckham o Figo. Las lesiones lo limitaron bastante, pero aun así logró marcar 104 goles en 177 juegos y producir muchos momentos icónicos.

Cuando anotó un 'hat-trick' para eliminar al Manchester United de la Champions League, tanto la afición del Real como la del United lo aplaudieron cuando fue sustituido. Ganó LaLiga dos veces con el Real antes de mudarse al AC Milan y eventualmente retirarse como jugador del Corinthians en Brasil.