Nueva Zelanda anotó tres tries, por dos de Canadá, en un partido tenso y liderado por la defensa frente a 69.000 espectadores que prácticamente colmaron el Estadio de Francia, en Saint Denis, en la periferia de París.
Estados Unidos, que había llegado por primera vez en su historia a semifinales, derrotó en el primer turno a Australia por 14-12 y se llevó un meritorio tercer puesto.
En la final, la capitana neozelandesa, Risi Pouri-Lane, escapó de Chloe Daniels y corrió desde 50 metros para anotar el primer try, logrando también la conversión.
Pero el partido cambió cuando la neozelandesa Portia Woodman-Wickliffe, estrella del rugby, tanto a siete como de 15, desde hace más de una década, recibió una tarjeta amarilla por un tackle alto a la canadiense Charity Williams.
El equipo norteamericano aprovechó la ventaja, Daniels jugó al espacio con Olivia Apps y ésta anotó el primer try de su país.
Poco después, Sarah Hirini intentó una descarga ambiciosa, pero la canadiense Alysha Corrigan la interceptó y anotó el segundo try, dando vuelta el marcador (12-7) con el que se fueron al descanso.
Nueva Zelanda comenzó el segundo tiempo exactamente como necesitaba: la impresionante Michaela Blyde eludió a Corrigan para anotar un buen try, convertido por Tyla King para devolverle la ventaja (14-12).
Stacey Wakaa luego obtuvo el try decisivo para estirar la diferencia a siete puntos (19-12) y sentenciar el triunfo.