San Francisco 49ers, un rival muy peligroso para los todopoderosos Eagles
A principio de temporada las sensaciones que arrojaron los San Francisco 49ers no hacían presagiar que se encontrarían a una sola victoria de la Super Bowl LVII a día de hoy. En las seis primeras semanas de campaña regular perdieron contra tres de los peores equipos de la liga -Bears (19-10), Broncos (11-10) y Falcons (28-14)- y llegaron a marchar 3-4 después de caer ante los Kansas City Chiefs (23-44).
Sin embargo, tras la conclusión de la sexta jornada en los despachos de Santa Clara (California) hicieron el mejor movimiento del año obteniendo el traspaso de Christian McCaffrey (26), el ‘running back’ estrella de los Carolina Panthers, que se deshicieron de él a cambio de muy poco, para alegría de los californianos.
El virtuoso corredor estuvo presente en la derrota contra los Chiefs, pero a partir de ese instante los 49ers solo han conocido la victoria, encadenando 12 consecutivas hasta el partido divisional de Playoffs contra los Dallas Cowboys (19-12). En total, contando los dos duelos de postemporada, San Francisco presenta un balance de 15-4 que no tiene nada que envidiar a lo que han conseguido los Eagles.
Sin duda, McCaffrey ha sido pieza clave en la resurrección de su equipo. Ya en su segunda presentación de rojo y oro, contra Los Angeles Rams, el de Castle Rock (Colorado) silenció el SoFi Stadium convirtiéndose en el cuarto hombre en lograr la ‘trifecta’ -touchdowns de pase, carrera y recepción en un mismo partido- desde 1970 y el 11º en toda la historia de la mejor liga de fútbol americano del mundo.
La inclusión del ’23’ en la plantilla completó un ataque de ensueño en el que ya destacaban nombres como el de Brandon Aiyuk (24), George Kittle (29) o Deebo Samuel (27), recuperado recientemente de una importante lesión.
Versatilidad en todas las áreas
Si algo caracteriza al cuadro dirigido por Kyle Shanahan, hijo del legendario entrenador campeón de dos Super Bowl con Denver Mike Shanahan (70), es su fortaleza en todas las facetas del juego. Los 49ers tienen un gran equilibrio tanto en defensa como en ataque, lo que les permite mantenerse siempre en los partidos para poder asestar el golpe definitivo.
Ofensivamente son prácticamente imparables. Pueden amenazar tanto por aire como por tierra, convirtiéndose en un equipo difícil de predecir. Son los cuartos de la NFL en touchdowns de pase (30), séptimos en yardas de carrera (2.360) y sextos en número de conversiones de terceros ‘downs’ (95).
Si algo se les puede achacar es que su línea ofensiva a veces se desconecta y deja muy expuesto a los alcances al quarterback, como pudimos ver en la ronda divisional contra los chicos de Mike McCarthy (59).
Cuando el ataque no funciona, la fiabilidad de su defensa le saca las castañas del fuego. En el área defensiva el líder indiscutible es un Nick Bosa (25) que lidera la liga en ‘tackles’ con 18.5. Son probablemente la mejor franquicia en este apartado colocándose primeros en intercepciones (20) y porcentaje de primeros ‘downs’ concedidos a la carrera (19,8%); segundos en menor número de yardas permitidas por tierra (1.321); y quintos en menos touchdowns de pase recibidos (20) y ‘fumbles’ forzados (16).
La presión que realizan sobre los mariscales rivales suele ser intensísima y cubren el juego aéreo a las mil maravillas. Sus equipos especiales tampoco se quedan atrás y se presentan como los segundos en puntos extra convertidos con 51.
¿El mejor cuerpo de quarterbacks de la NFL?
Hay una posición en la que San Francisco ha tenido serios problemas durante la totalidad del curso. En la semana en la Semana 2 contra los Seahawks perdieron a Trey Lance (22), su quarterback titular, por una fractura de peroné y la rotura de los ligamentos del tobillo.
Le tocó asumir de nuevo el mando a un Jimmy Garoppolo (31) que, después de haber visto cuestionada su continuidad en la franquicia de Santa Clara en ‘offseason’, se encontraba ante una nueva oportunidad de brillar. Sin embargo, cuando la cosa empezaba a carburar, llegó la Semana 13 contra los Dolphins y el QB2 cayó presa de una rotura en el pie.
Esa situación dio comienzo a la mejor historia que va a dejar la temporada de fútbol americano que estamos viviendo. Brock Purdy (23), el último elegido del Draft de 2022 -posición 262- tenía que conducir al equipo a los Playoffs. Lejos de amilanarse, se convirtió en el primer mariscal novato que derrotaba a Tom Brady (45) en su debut como titular en los 23 años de carrera del ‘GOAT’. El duelo terminó 35-7 y ‘Mr. Irrelevant’ fue muy relevante con dos pases de touchdowns de pase y uno de carrera.
Las buenas sensaciones del ex de Iowa State no fueron flor de un día y se han traducido en 7 victorias consecutivas que le colocan como el quinto ‘rookie’ de su posición que disputará una final de conferencia. Los cuatro anteriores perdieron, por lo que puede agrandar un poco más su cuento de hadas si se mete en la Super Bowl. Es cierto que estar rodeado de un gran equipo le ha ayudado, pero ha dejado actuaciones brillantes por el camino.
Estamos ante una plantilla confeccionada cuidando todos los detalles y que es capaz de aguantar todo tipo de golpes. Así lo demostraron contra los Cowboys, donde no dominaron, pero ganaron. Su partido contra los Philadelphia Eagles puede ser el duelo del año en la NFL.