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'Tata' Martino y Messi, un reencuentro de alta tensión en el Mundial de Catar

AFP
Martino y Messi compartieron selección
Martino y Messi compartieron selecciónProfimedia
Una segunda derrota consecutiva en la final de la Copa América ante Chile fue el triste colofón a la fallida alianza entre Gerardo Martino y Lionel Messi, una temporada con el Barcelona y dos años en la Albiceleste. Este sábado se reencuentran en un México-Argentina de elevado voltaje.

Rosarinos ambos, su unión parecía perfecta. El técnico y el astro coincidieron en el Barcelona en el curso 2013-14, uno de los pocos años en los que Messi no terminó celebrando un título.

Director deportivo azulgrana en aquella época, Andoni Zubizarreta desveló una anécdota que explica el desequilibrio de poder entre la gran estrella mundial y el entrenador.

Derrotas y clima irrespirable

"Cuando Martino estaba en el Barça, le decía a Leo: 'Ya sé que si usted llama al presidente me echa, pero coño, no hace falta que me lo demuestre todos los días'", señaló el antiguo arquero en una entrevista con Vicente Del Bosque en El País en 2020.

Contra pronóstico, extendieron su relación en la Albiceleste (2014-16), perdiendo dos finales consecutivas de la Copa América (2015 y 2016) ante Chile, que se sumaron a la final del Mundial de 2014 ante Alemania, entonces con Alejandro Sabella, fallecido en 2020, en el banquillo.

Fueron tiempos difíciles para Messi. Tres finales, tres derrotas y un clima irrespirable en Argentina que le hizo abandonar temporalmente la selección tras caer por segunda vez frente a Chile.

Seis años después, un Messi en plena madurez lidera a una Albiceleste que por fin se reencontró con el triunfo logrando la Copa América en 2021 pero que ha derrapado en su bautizo en Catar, con una derrota 2-1 ante Arabia Saudita que la deja entre la espada y la pared.

Tras su agitado trienio junto a Messi, Martino encontró un remanso de paz en la MLS norteamericana, donde se tomó un respiro dirigiendo dos cursos al Atlanta United, saldados con el título de 2018.

La final fue su ultimo partido en la ciudad de la Coca-Cola. A continuación aceptó subirse a otro transatlántico adepto a las emociones fuertes, la selección mexicana y sus exigentes 130 millones de seguidores.

Aluvión de críticas

Empezó bien, logrando la Copa Oro de 2019, pero el desgaste y la enorme presión inherente a este cargo acabaron por convertirse en una pesadilla.

En la televisión mexicana se cuestiona incluso que Martino exprese, con los brazos cruzados, que acude al Mundial ilusionado. "¡Su lenguaje gestual dice otra cosa!", gritaban en la previa a la Copa del Mundo en las tertulias.

Más lejos ha llegado la leyenda mexicana Hugo Sánchez, señalándolo en varias ocasiones por no ser mexicano.

"Viene a ganarse un buen dinero y eso es lo que le importa. Se lleva su dinero a casa, no tiene pasión y esto de dirigir a México se debe hacer con entrega", señaló en el arranque del torneo.

En septiembre, Martino llegó al punto de pedir "un abrazo" a un periodista por hacerle una pregunta táctica en una conferencia.

Enfrente, el sábado en el Estadio de Lusail, teatro de la final del Mundial, se reencontrará con su paisano. Messi y Martino, dos caminos que se vuelven a cruzar con los octavos en el horizonte.