Etcheverry da la cara ante Zverev, pero se despide de Roland Garros
El tenista argentino cedió por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4 en tres horas y 22 minutos.
Zverev jugará por un puesto en la final el viernes con el vencedor del duelo nórdico entre el danés Holger Rune (6º) y el noruego Casper Ruud (4º), que se enfrentan este miércoles en la última 'Night Session' de la presente edición.
En la otra final se citarán la leyenda Novak Djokovic (3º) y el número 1 mundial, Carlos Alcaraz.
Con su triunfo, el espigado jugador alemán (1,98 metros) regresará a la penúltima ronda, la misma en la que tenía contra las cuerdas a Rafael Nadal el año pasado, hasta que una grave lesión en su tobillo derecho le obligó a abandonar la pista en silla de ruedas. No ha vuelto al primer plano hasta esta quincena parisina.
"Me recuerda mucho a Del Potro"
Debutante en el gran templo parisino de la tierra batida, Etcheverry jugó de tú a tú con uno de los grandes nombres del circuito en los últimos años.
"Está haciendo un tenis increíble. Me recuerda mucho a (Juan Martín) Del Potro, la manera en la que juega, cómo golpea con la derecha. Es muy joven y si continúa jugando así, puede estar en el Top-10, puede ganar grandes torneos, lo ha probado esta semana", dijo Zverev sobre su rival cuando tomó el micrófono en la pista.
Un despiste con su saque le costó a Etcheverry el primer set, que se apuntó Zverev tirando de oficio con solo una rotura.
A 'Tomy' le llevó un rato tomarle el punto a una pista mucho más grande que las habituales que pisa, a pesar de que en la ronda anterior ya jugó en la Suzanne Lenglen. Pero la Chatrier es otra cosa.
El partido era parejo entre dos jugadores que peleaban por ganar el centro de la pista e imponer su potencia. Con 1-0 abajo, el argentino consiguió por fin romper el saque del alemán, menos consistente, en dos ocasiones y apuntarse el segundo set.
Comenzó el tercero con la misma dinámica positiva para 'Tomy', pero cuando estaba 2-0 arriba tuvo un apagón y concedió cinco juegos consecutivos que Zverev no desaprovechó.
La última manga comenzó igualada, incluso Etcheverry tuvo dos bolas de rotura, pero fue Zverev, con mucha más experiencia, el que aprovechó la primera que tuvo para situarse 4-3, al borde la victoria.
El argentino dejó su última huella en el torneo con varios intercambios de alto nivel que animaron al público. Pero Zverev tenía el partido en el bolsillo y cantó victoria.