Tras una decepcionante gira sobre tierra batida, no se esperaba mucho de Arthur Fils en hierba, una superficie en la que no brilló el año pasado. Sin embargo, su juego parecía prestarse a ello, y encontró su ritmo ganando dos partidos para alcanzar los cuartos en Halle. El problema era que hoy se enfrentaba al ídolo local Alexander Zverev.
Dos grandes servidores, grandes pegadores, enfrentados en una superficie rápida, podíamos esperar una batalla de aces y saques ganadores. Pero no siempre fue así. Sin embargo, como suele ocurrir en hierba, superar el mayor número posible de primeros era crucial para sobrevivir. Eficaz en esta faceta del juego, dispuesto a aprovechar la menor oportunidad, el francés también dispuso del único punto de ruptura del set, pero no logró concretarlo.
Y como suele ocurrir en hierba, fue en el tiebreak donde se tomó la primera decisión. Arthur Fils se mostró más agresivo y aprovechó sus oportunidades, rompiendo por primera vez y luego rompiendo por segunda vez. Tomando la delantera, frustró al público, pero se quedó a medio camino. Sobre todo porque Zverev, picado en punta, se mostró más emprendedor con los saques del francés.
Y tras desaprovechar dos oportunidades en el cuarto juego, el alemán ganó el set dos juegos después, haciéndose con el saque de su rival. Parecía que iba a forzar un tercer set, y a pesar de un ligero temblor al llegar al final de su servicio, su saque salió al rescate y le permitió igualar, haciendo mella en la resistencia de un francés al que no le faltaban golpes de calidad.
Al tener la ventaja de servir primero, Arthur Fils se aplicó primero a mantener su saque. Mientras el primero pasara, no había problema, pero era incapaz de amenazar realmente con el saque del adversario. Fue en el séptimo juego cuando todo cambió, cuando el francés cometió dos dobles faltas y sirvió en bandeja el break a su rival, que sólo tuvo que apretar más con su saque para concluir.
A punto de romper, el francés salvó con valentía dos bolas de partido con su saque y obligó a su rival a servir para ganar el partido. La experiencia dio entonces sus frutos, y Alexander Zverev concluyó limpiamente, ganando 6-7(5), 6-3, 6-4. Es una pena, porque Arthur Fils estuvo a un nivel mucho más alto que en las últimas semanas, pero contra un jugador de élite, cualquier bajón de forma es fatal, y eso le costó demasiado caro hoy.