Muchova, la niña que quería ser Nadal, amenaza a Swiatek en Roland Garros
En los últimos días han circulado vídeos en las redes sociales en los que se ve a la jugadora con los característicos pantalones por debajo de la rodilla de Rafa. "Sí, era mi ídolo y lo sigue siendo", confirmó la jugadora.
Familia futbolera
El padre de Muchova, Josef Mucha, es un antiguo futbolista de primera división, que jugó como centrocampista en el Sigma Olomouc y el FC Zlin. Actualmente es segundo entrenador del FC Slovacko, que terminó quinto en la primera división checa la temporada pasada.
El hermano de Muchova, Filip Mucha, también es futbolista: juega de portero en el FK Teplice, que acabó 12º la temporada pasada en la primera división checa.
Fan de Beyoncé
Antes de Roland Garros, Muchova y su buena amiga Karolina Pliskova, exnúmero 1 de la WTA, fueron a un concierto de la cantante estadounidense Beyoncé.
"Uno de los mejores conciertos en los que he estado, y voy de manera bastante frecuente", dijo. "Fui a ver a Shawn Mendes antes del Abierto de Estados Unidos y a los Backstreet Boys antes de Wimbledon, y siempre jugué bien después".
Amor por las cuerdas
Muchova toca la guitarra. Durante el Abierto de Estados Unidos de 2020, que se jugó bajo restricciones por covid, compuso una canción llamada "US Open Bubble" (Burbuja del Abierto de Estados Unidos, en inglés), sobre su vida en el torneo con las medidas por la pandemia. Grabó un video en un parque de Nueva York y lo publicó en Instagram.
Contratiempos físicos
Muchova ha sufrido numerosas lesiones durante gran parte de su carrera, sobre todo en los músculos abdominales. "Cuando está sana, su sitio está en el Top-10", afirmó su mánager Tomas Petera.
"Estaba un poco fuera de radar, pero siempre ha jugado un excelente tenis. Viene a la red, cuando ve una bola corta, sube... Es difícil construir puntos contra ella", dijo Sabalenka sobre su rival.
Té y un buen libro
Durante su estancia en París para Roland Garros, Muchova tuvo que superar un leve resfriado. El pasado sábado, aprovechó un día libre para descansar, beber mucho té y leer. La checa confesó que le gusta la literatura "esotérica y educativa".