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"Afronto cada Grand Slam como si fuera el último", asegura Djokovic

AFP
Djokovic, durante un acto promocional del US Open en New York
Djokovic, durante un acto promocional del US Open en New YorkAFP
A pocos días de su vuelta al Abierto de Estados Unidos, el tenista serbio Novak Djokovic aseguró este viernes que, a sus 36 años, encara cada torneo de Grand Slam como si fuera el último.

Djokovic, ganador de 23 títulos de Grand Slam, récord del tenis masculino, aspira a seguir agrandando su ventaja frente a Rafael Nadal (22) con una nueva corona en el US Open (28 de agosto - 10 de septiembre).

En la conferencia de prensa previa al evento en Nueva York, 'Nole' señaló que aún desconoce el tiempo que le resta de competición antes de la retirada.

"No sé cuántos Grand Slams más jugaré. Voy a seguir adelante. No tengo un final en mente en este momento", aseguró el número dos mundial.

"También entiendo que las cosas son diferentes cuando tienes 36 años, así que tengo que ser más agradecido, estar un poco más presente, tratando cada Grand Slam como tal vez el último en términos de compromiso y rendimiento", señaló. "Ahora veo cada Grand Slam que juego como una oportunidad de oro para hacer más historia".

Djokovic no compite en Flushing Meadows desde la edición de 2021 cuando, a un solo paso de un histórico pleno de triunfos en los Grand Slams de ese año, sufrió una dramática derrota en la final ante Daniil Medvedev.

En 2022, el serbio no pudo ingresar a Estados Unidos por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.

Debut, el lunes

Djokovic, que debutará el lunes ante el francés Alexandre Muller (número 85 de ATP), disfruta de su regreso a lo que describió como el ambiente más "eléctrico" del mundo del tenis.

"La primera sensación que tengo es de emoción por volver, porque es el mayor escenario que tenemos en nuestro deporte, el estadio más grande, y sin duda el ambiente más divertido, eléctrico y emocionante que hay en el tenis", afirmó.

En su ausencia, el Abierto de Estados Unidos fue conquistado el año pasado por el prodigio español Carlos Alcaraz, con quien Djokovic ha establecido en los últimos meses una vibrante rivalidad.

Un mes atrás, el español venció al serbio en la final de Wimbledon y Djokovic le devolvió el golpe la semana pasada en el Masters 1000 de Cincinnati en una memorable batalla de casi cuatro horas.

"Fue una de las mejores, más emocionantes y más difíciles finales al mejor de tres sets en las que he participado en mi carrera", recordó Djokovic sobre el triunfo en Cincinnati. "Físicamente fue tan exigente y agotadora que me sentí muy exhausto durante los días siguientes".