Garbiñe Muguruza, que anunció su retirada definitiva en abril de este mismo año tras un largo parón que ya hacía presagiar ese rumbo, acudió a Estados Unidos para formar parte de una jornada muy especial a escasos días de que empiece el US Open -desde este lunes se disputan encuentros correspondientes a la fase previa-. James Blake, Tommy Haas o Bethanie Mattek-Sands también estuvieron en el Legends of the Open.
La que fuera número uno del mundo se mostró muy sonriente durante una sesión en la cual ofreció sus pronósticos de cara a los ganadores del evento: Carlos Alcaraz y Aryna Sabalenka. El español viene de caer ante Gaël Monfils en el Masters 1000 de Cincinnati, con malas sensaciones y momento de rabia incluido, pero tiene motivos de sobra para ser ambicioso; la bielorrusa, sin embargo, triunfó en la final de este lunes.
Sin la presión de antaño y con menor ritmo, Muguruza disputó un par de encuentros a un set y no salió vencedora en ninguno de los dos: sucumbió contra la estadounidense Mattek-Sands en la modalidad invididual (6-2) y cayó luego por 6-3 ante la propia Bethanie y Blake en la exhibición de dobles (ella estuvo acompañada por el alemán Haas). En esta ocasión más que nunca, desde luego, lo menos importante era el resultado.
Entre las respuestas que dio a los medios oficiales del US Open en un breve y dinámico vídeo, Garbiñe expresó que su torneo favorito era el Abierto de Australia y que su golpe fetiche fue el revés paralelo. En otro orden de cosas, admitió que prefería jugar contra Serena Williams en lugar de Venus, que ganar en dos sets es mejor que hacerlo en tres y que si algo destaca de Nueva York es "la vida que tiene la ciudad".