Carlos Alcaraz y el selecto grupo del que sólo forman parte cuatro tenistas
Desde 2003, todos los títulos de Wimbledon se habían repartido entre Roger Federer (ocho), Novak Djokovic (siete), Rafa Nadal (dos) y Andy Murray (dos). El pasado domingo Carlos Alcaraz rompió esas dos décadas de dominio de un plumazo.
El 'Big Four' ha establecido una dictadura prácticamente inquebrantable en los 'majors' a lo largo de ese tiempo, lo que otorga más mérito a la hazaña de 'Carlitos' sobre la hierba de Londres. Son 68 -23 Djokovic, 22 Nadal, 20 Federer y tres Murray- los títulos de grandes torneos que suman entre esos cuatro monstruos, lo que implica haber sufrido muy pocas derrotas en las finales que han disputado.
De hecho, la gran mayoría de las veces que han perdido han sido entre ellos. Tanto es así, que antes del actual número 1 del mundo sólo tres hombres habían logrado doblegar a los cuatro fantásticos en el duelo decisivo de un Grand Slam.
Stan Wawrinka es el que más complicaciones les ha presentado a los miembros del 'Big Four'.
Al suizo únicamente se le ha resistido la hierba de Wimbledon, puesto que en el Open de Australia de 2014 derrotó a Nadal, en 2015 hizo lo propio con Djokovic en la arcilla de Roland Garros y en 2016 se llevó el premio del US Open, también contra el serbio.
Del Potro, como Moisés
El primero que puso sobre la mesa las debilidades de los dominadores tenísticos de este siglo fue el argentino Juan Martín del Potro. En 2009, el de Tandil abrió el camino para que otros amenazaran la hegemonía establecida por los cuatro grandes. Se impuso a Roger Federer en el US Open con una épica batalla a cinco sets.
Más recientemente, Daniil Medvedev se convirtió en el tercer elegido que entró en el selecto grupo de verdugos de la élite en los Grand Slams. También en el Abierto de Estados Unidos, en 2021, el ruso se deshizo con autoridad de Djokovic mediante un triple 6-4.
Ahora, Alcaraz también ha ingresado en el club, aunque con una vitola muy diferente a la del resto de miembros. Mientras que los otros cosecharon victorias puntuales, tiene pinta de que el español se postula para ser la bestia negra que termine de enterrar la época dorada del brillante 'Big Four'.