Tres temas de conversación en el cuadro individual femenino de Wimbledon
También se hablará de las amargas consecuencias de la decisión de permitir el regreso de las jugadoras rusas tras la prohibición impuesta en 2022, mientras que todas las jugadoras están al menos unidas en un punto: el cambio positivo en la estricta regla de jugar con equipación blanca.
AFP Sport analiza tres temas de conversación en Wimbledon 2023.
Swiatek, a romper la barrera de octavos
Con tres títulos del Abierto de Francia y un Abierto de Estados Unidos ya asegurados, Iga Swiatek intenta descifrar ahora el código de Wimbledon que la ha dejado desconcertada en tres visitas hasta ahora.
Su bagaje hasta la fecha es el siguiente: eliminada en la primera ronda en 2019, derrotada en los octavos de final en 2021, donde fue derrotada por Ons Jabeur; y adiós en la tercera ronda el año pasado cayó ante Alize Cornet y había ganado 37 partidos seguidos-.
"Intenté muchas cosas para sentirme mejor en la pista de hierba, pero realmente no funcionó", dijo Swiatek tras su derrota ante la veterana Cornet.
El lunes, Swiatek jugó su primer partido de la temporada sobre hierba y tuvo que remontar un set en contra para derrotar a la semifinalista de Wimbledon 2022 Tatjana Maria en Bad Homburg.
Si la polaca, de 22 años, flaquea en el All England Club, la bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos del mundo y expulsada el año pasado, intentará dar un golpe de efecto tras alcanzar las semifinales en 2021.
Petra Kvitova, campeona en 2011 y 2014, también está en el punto de mira tras ganar el fin de semana en Berlín el sexto título de su carrera sobre hierba.
La otra gran amenaza para Swiatek debería ser la defensora del título, Elena Rybakina, pero la kazaja nacida en Moscú aún no se ha recuperado del todo de un virus que le hizo retirarse antes de tiempo del Abierto de Francia.
Las rusas y bielorrusas, de vuelta
Tras su prohibición el año pasado, las jugadoras rusas y bielorrusas regresan a Wimbledon, pero eso no hará sino reforzar la determinación de las estrellas ucranianas de dar la espalda a sus rivales.
En el Abierto de Francia, la negativa de las jugadoras ucranianas a estrechar la mano de sus rivales rusas y bielorrusas en protesta por la guerra desató agrias disputas.
La ucraniana Marta Kostyuk dijo a los aficionados franceses que deberían estar "avergonzados" por abuchearla tras negarse a estrechar la mano de Aryna Sabalanka.
Elina Svitolina también se negó a hacer el tradicional gesto tras perder contra Sabalenka en cuartos de final.
"No voy a vender a mi país por gustos", dijo Svitolina, que ha obtenido una wild card para jugar en Wimbledon este año.
Sabalenka boicoteó dos ruedas de prensa consecutivas en París, alegando que las duras preguntas a las que se enfrentaba por sus estrechos vínculos con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, le hacían no sentirse "segura".
Para jugar en Wimbledon este año, todos los rusos y bielorrusos deben firmar una declaración de neutralidad, no tener vínculos con la financiación estatal y no demostrar ningún apoyo a la guerra.
Acierto con la ropa blanca
Wimbledon flexibilizará su famosa y estricta política sobre la vestimenta blanca para, sobre todo, reducir su ansiedad durante la menstruación.
"Tras consultar a las jugadoras, las mujeres y chicas que compitan en los campeonatos tendrán la opción de llevar ropa interior de color si así lo desean", declaró la directora ejecutiva, Sally Bolton.
"Esperamos que este ajuste de las reglas ayude a las jugadoras a centrarse exclusivamente en su rendimiento, aliviando una posible fuente de ansiedad".
En el pasado se ha visto ropa interior de colores en Wimbledon.
En 2007, la francesa Tatiana Golovin lució ropa interior de color rojo bajo su vestido blanco, una decisión que provocó una memorable primera pregunta en su rueda de prensa posterior al partido.
"¿Puedo preguntarle por sus bragas?".