El Giro de Lombardía será el adiós de Valverde y Nibali en el ciclismo
Colocada al final de la temporada y disputada en un escenario majestuoso, la clásica de las hojas caídas servirá este año de alfombra roja para homenajear la salida de dos artistas que, por su longevidad, palmarés y aura, han marcado las dos últimas décadas del ciclismo, también su lado más oscuro.
Será raro no volver a ver en el pelotón las siluetas de "El Bala", de 42 años, y del Tiburón de Mesina, que cumplirá pronto los 38. Juntos, acumulan 185 victorias, de las cuales 133 son del español y no precisamente gestas desdeñables.
Valverde (Movistar) fue campeón del mundo en 2018, ha ganado cuatro ediciones de la Lieja-Bastoña-Lieja, cuatro Flechas Valona, la Vuelta y 17 victorias de etapa en grandes vueltas.
Nibali (Astana), por su parte, logró ganar el Giro de Italia (en 2013 y 2016), el Tour de Francia (en 2014) y la Vuelta (en 2010), además de los dos monumentos italianos, la Milán-San Remo y el Giro de Lombardía, en el que se impuso en dos ocasiones en 2015 y en 2017.
"Es un gran honor acabar mi trayectoria en una de mis carreras preferidas", insiste el ídolo de los tifosi, que supo mantenerse alejado de casos de dopaje.
Competitivos
Valverde un poco menos. Fue suspendido dos años en 2010 por su implicación en el escándalo del dopaje sanguíneo Puerto. Pero estos últimos años ha sabido mantener su excepcional longevidad.
Si bien los dos corredores han recibido honores por donde sea que han pasado en los últimos meses, su gira de adiós no ha sido para nada una fiesta, siendo competitivos hasta el final.
Todavía al ataque el martes en el final de los Tres Valles Varesinos, Nibali vio "buenas señales para el Giro de Lombardía" en el que no cuenta con esconderse en su última vuelta en un recorrido accidentado que le sienta como un guante.
Valverde, por su parte, ha continuado logrando buenas posiciones con una regularidad desconcertante, siendo segundo en la Coppa Agostini el pasado jueves, cuarto el sábado en el Giro de Emilia, tercero el martes... También pretende luchar por la victoria el sábado en Como, en un monumento que siempre se le ha escapado, a pesar de tres segundos puestos en 18 participaciones.
Gilbert también se retira
"Tengo que estar muy contento de mis últimas carreras. Creo que soy uno de los favoritos en el Giro de Lombardía. A día de hoy estoy bien para luchar por la carrera. Además, el recorrido me gusta más que el de otros años", señala el español, que planea seguir "disfrutando del ciclismo de otra manera" después de su retirada, con salida entre amigos y algunos critériums.
Valverde y Nibali no serán los únicos grandes nombres en aparcar la bicicleta esta semana. El domingo, será el turno del belga Philippe Gilbert de dar sus últimos pedales como profesional durante el París-Tours.
Una bonita forma de poner fin a la trayectoria del campeón del mundo de 2012, que cuenta con 80 victorias en su palmarés: "Era importante para mí terminar aquí porque es donde logré mi primera gran victoria en 2008", recuerda Gilbert, que ha ganado cuatro de los cinco Monumentos (Lombardía en 2019 y 2010, Lieja-Bastoña-Lieja en 2011, el Tour de Flandes en 2017 y la París-Roubaix 2019).
Otros ya lo han hecho en las últimas semanas, como Richie Porte o Tom Dumoulin. Incluso el insaciable Davide Rebellin, vencedor de la Triología de las Ardenas en 2004 (Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja) y que parecía eterno, pondrá fin a su carrera a los 51 años.
El italiano, que corre todavía a un nivel muy respetable en un equipo de tercera división, correrá su última prueba el 16 de octubre en la Veneto Classic.