Cuánto se acordará Sergio Pérez del egoísmo de su compañero, Max Verstappen, en Brasil. La lucha por el subcampeonato mundial habría sido más fácil para él si el neerlandés le hubiera cedido su posición en el penúltimo Gran Premio. Pero se negó a ello, así que en Abu Dhabi estaba obligado a quedar por delante de Leclerc.
El de Ferrari, con una arriesgada estrategia a una sola parada, supo mantener la segunda plaza y contener así a Pérez para proclamarse subcampeón. Un premio menor después de cómo empezó el año, pero siempre es mejor ser segundo que tercero. Y lo sabían los dos.
Por detrás del trío apareció Carlos Sainz, fuera del podium, que tenía instrucciones de equipo. Nada de atacar a Leclerc en toda la carrera. Así que se limitó a protegerse de los Mercedes y garantizar así el otro subcampeonato, el de Constructores, que da mucho dinero.
El madrileño las tuvo tiesas en las primeras vueltas con Lewis Hamilton, que a dos del final debió abandonar por un problema en el cambio. Pero antes, en la salida, el inglés adelantó a Sainz y este no se rindió. A punto estuvieron de tocarse. Hamilton se fue fuera de pista y volvió por delante, por lo que tuvo que ceder su puesto. Luego recuperaría la cuarta posición, pero en la vuelta 8 volverían a intercambiarse los papeles cuando el británico comenzó a perder potencia en su Mercedes.
Mientras tanto, por delante Verstappen seguía a lo suyo, seguido de lejos por Checo Pérez, y ambos con espacio sobre Leclerc. Todo parecía ir bien para Red Bull.
Otro abandono de Alonso
De nuevo un fallo mecánico en el coche 14. Mientras Ocon corría sin problemas, Fernando Alonso tuvo que abandonar en la vuelta 28. Otra vez el cambio de marchas falló, como en México, así que se vio forzado a quedarse en boxes para no romper el motor. Triste final para su última carrera con Alpine y arruinadas sus opciones de quedar delante de su 'compañero' francés en el campeonato.
Ferrari sorprende a Red Bull
Como decíamos, todo iba bien para Pérez, que entró por última vez a boxes para cambiar neumáticos. Fue entonces cuando Ferrari le dijo a Leclerc, con ventaja de casi 20 segundos, que aguantase en pista. Si copiaban a Checo, este sería segundo. Así que nueva estrategia y a verlas venir. Y les salió, por una vez, muy bien.
El monegasco conservó ruedas en esas 20 vueltas que quedaban todo lo que pudo y se las ingenió para que el mexicano sólo se pudiera acercar a un segundo y medio en la última vuelta.
Mientras Verstappen celebraba su triunfo, el 15º este año, Pérez se lamentaba desconsolado por haber perdido su batalla por la segunda plaza. Habrá que ver cómo afecta a la relación de ambas, porque ya nada será igual.
Leclerc sí estaba feliz, como Ferrari por asegurar el subcampeonato de pilotos y de constructores.
Y muy lejos de esas luchas entró un Sebastian Vettel que, al menos, se pudo consolar con entrar décimo y conseguir el último punto de su carrera deportiva en Fórmula 1.