Después de haber hecho pleno de victorias en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de París 2024, España se encontró con un mal cliente en los cuartos de final. Croacia, la vigente campeona del mundo (desde febrero de 2024), saltó a la piscina con la intención de eliminar al mejor equipo de la cita en tierras francesas hasta el momento.
Nada más comenzar la cosa se puso cuesta arriba para los del sur de Europa. Dos arranques de genialidad de Maro Jokovic pusieron un rápido 2-0 en el marcador del Paris La Defense Arena. La inoperancia ofensiva de los chicos dirigidos por David Martín impidió que marcaran antes de la conclusión del primer acto.
Uno de los puntos más negativos del desempeño español llegó en el hombre de más, fallando los tres primeros de los que dispusieron. Hubo que esperar más de la cuenta a la apertura del casillero por parte de España, que llegó a los 11 minutos y después de nueve lanzamientos, de la mano de Álvaro Granados.
Las prestaciones del combinado ibérico mejoraron con el paso del tiempo, pero el infortunio se cebó con ellos. Balones que se colaron por milímetros y pases que se escapaban por un suspiro empeoraron el resultado antes del descanso, que se alcanzó con un muy adverso 6-3.
Superado el ecuador del partido, David Martín decidió realizar un cambio en la portería y dar entrada a Edu Lorrio. La decisión reactivó a las tropas y el choque empezaba a asemejarse a una partida de ajedrez en la que cualquier detalle podía decantar la balanza de un lado u otro.
Curiosamente, los ajedrezados fueron los menos inspirados en ese momento, pero, nuevamente, la falta de fluidez en ataque de España hizo que el tercer cuarto terminará tal y como empezó, con tres de ventaja (8-5) para Croacia. Finalmente, los balcánicos mantuvieron el tipo y cerraron el pase a semifinales con un 10-8. España se despide de la cita olímpica de la manera más cruel posible.